Un plan para adelgazar innovador y también curioso, la Dieta de la Sonda, creada por los médicos españoles el Dr. Jorge Planas y el Dr. Manuel Sánchez, tiene también su lado impactante, ya que ambos profesionales de la salud aseguran que se puede perder peso en solo diez días, sin efecto rebote y los pacientes aprender una nueva manera de comer para no ganar los kilos perdidos.
Con dos fases o etapas para su realización la Dieta de la sonda se basa fundamentalmente en proveer al organismo solo de las grasas y proteínas necesaria eliminando los carbohidratos, por lo que para muchos especialistas en salud es un plan para bajar de peso poco saludable.
La tendencia actual indica que dieta e inmediatez van de la mano pero también van dejando a un lado la salud. Por eso, los expertos repiten incesantemente que adelgazar requiere de tiempo, sobre todo si se busca en definitiva mantenerse en el peso ideal.
En la actualidad existen clínicas en Europa que ofrecen el método de la Dieta de la Sonda para bajar de peso rápidamente.
El plan, con una duración de 24 días, tiene un coste de unos 4000 euros, siendo que la dieta se inicia en la clínica por un máximo de 10 días y continúa en su segunda fase en el domicilio del paciente a través de una reeducación alimentaria.
Que es la Dieta de la Sonda
Una dieta disociada, la de la Sonda es un plan para adelgazar muy agresivo pues fuerza al cuerpo a la cetosis, o sea que el organismo quema los depósitos de grasa.
Este innovador y también controvertido método de adelgazamiento nace en Estados Unidos y debido a que promete que se puede adelgazar unos 10 kilos en menos de un mes muchas personas se plantean seguir este plan y buscan información al respecto.
Como se trata de un plan para adelgazar que sale de los parámetros conocidos pues es necesario colocarse una sonda nasogástrica, requiere de una supervisión médica constante y por lo general se recomienda que todo el tratamiento sea realizado en una clínica.
Una dieta que gana cada día más adeptos y que algunos especialistas califican como “extrema pero no dañina” puede ser un método sencillo para adelgazar, existiendo organizaciones como la Asociación Española de Dietistas Nutricionistas (AEDN) que la desaconsejan por tratarse de una dieta milagro que puede causar efectos nocivos para la salud.
Cómo se hace la Dieta de la Sonda
Para que el paciente pueda alimentarse pero a su vez perder peso se coloca una sonda nasogástrica conectada a una mochila. La sonda se coloca por la nariz y llega hasta el estómago y con esto el cuerpo recibe los nutrientes que necesita diariamente a través de una bomba.
Durante la primera etapa de la Dieta de la sonda el paciente no ingiere ningún alimento pero para compensar recibe suplementos que equivales a unas 800 calorías diarias.
La Dieta de la Sonda tiene una duración total de 24 días dividida en dos etapas, aunque no es obligatorio realizar la segunda fase y lo más importante es que no se puede consumir ningún alimento sólido.
Según los expertos en temas de salud la colocación de la sonda es indolora y no produce molestias. Puede separarse la sonda de la mochila durante unos 15 minutos diarios para poder realizar actividades básicas como la ducha.
En cuando a las dos fases de la Dieta de la sonda, cabe aclarar que la primera etapa dura 10 días y la sonda va unida a una mochila que el paciente lleva siempre consigo
Ya los que no solo quieren adelgazar sino que también desean asegurarse no padecer el temido “efecto rebote” ni volver a tener grasa, deben hacer la segunda fase.
En ella, se retira el tubo torácico y se retoman de manera gradual a una alimentación normal o sea sólida, y se instruye al paciente con una información especial sobre los conceptos de alimentación sana.
Durante la segunda fase de readaptación el paciente comienza a ingerir alimentos sólidos y suplementos nutricionales.
Con este plan se busca que la persona cree nuevos hábitos alimenticios como por ejemplo aprender a masticar, o sea cómo y qué comer para no sufrir el tan temido “efecto rebote”.
Nota: Cetosis
Para comprender cómo funciona la Dieta de la Sonda es necesario tener claro el concepto de cetosis.
Es un efecto secundario de todas las dietas bajas en carbohidratos que genera que el cuerpo movilice la grasa almacenada produciendo la sustancia llamada cetona.
Qué comer en la Dieta de la Sonda
En realidad quien sigue la Dieta de la Sonda no ingiere, durante el tiempo que dura el tratamiento, ningún alimento sólido, de ahí que los médicos en su mayoría hablan de una dieta extrema.
Este sistema de alimentación se utiliza usualmente para alimentar pacientes en coma
también en algunos casos de anorexia o para enfermos de cáncer que reciben quimioterapia y tienen dificultades para comer.
Basada en este tipo de alimentación y en esta forma de ingerir nutrientes la Dieta de la sonda conocida por las siglas KE (Ketogenic Enteral) se hizo popular gracias a Oliver di Pietro quien desde su clínica de Miami, quien defiende el principio de que sus pacientes no pasan hambre porque el suministro de alimento es constante.
La mochila que se conecta a la mochila que lleva el paciente se carga con todos los elementos nutritivos que el cuerpo necesita diariamente.
Esta mezcla está compuesta por hidratos de carbono, grasas y proteínas, todo mezclado a su vez con vitaminas, agua, electrolitos y oligoelementos.
Terminado el plan de dos fases de la Dieta de la sonda el paciente que la ha seguido volverá a una alimentación normal pero con un menú equilibrado que deberá seguir siempre, evitando comer alimentos y productos altos en calorías.
Variantes Dieta artesanal y Dieta Industrializada
Existe en la Dieta de la sonda dos variantes que se relacionan con la preparación de los alimentos a consumir diariamente.
Existe la artesanal o preparada con alimentos naturales, procesados o batidos en la licuadora hasta adquirir una consistencia que pueda pasar por la sonda o la industrializada con polvos que se diluyen en agua o bien en forma de líquidos.
Dependiendo de si se opta por la preparación artesanal o por los productos industrializados existen otros factores que pueden influir en la decisión ya que ambas opciones tienen sus diferencias y beneficios.
Así, en el caso de la artesanal, preparada con alimentos naturales y frescos, puede ser almacenada por más de un día, mientras que los productos industrializados recién comienzan a perder validad después de la abertura del embalaje.
Diariamente es necesario preparar nuevas comidas artesanales en el caso que se opte por preparar los alimentos para la sonda en casa.
Por ello, para quienes no tengan tiempo suficiente o dispongan de alguien especializado para esa tarea se torna más práctico consumir las preparación envasadas para alimentar por sonda.
El coste de la Dieta de la sonda elaborando las comidas en casa es mayor que a las industrializadas que además cuentan con la ventaja de no tener riesgo de contaminación como si puede pasar con las preparaciones caseras.
Contraindicaciones de la Dieta de la Sonda
Una dieta polémica, la de la sonda, propone que una persona se alimente a través de un tubo insertado en la nariz que llega al estómago, durante diez días su organismo solo recibe 800 calorías diarias.
A pesar que no existen hasta hoy estudios sobre las contraindicaciones que pueda causar este método, sin embargo sus detractores advierte que existen riesgos tales como:
- Riesgo de sufrir deshidratación.
- Riesgo de generar cálculos renales.
- Dolores de cabeza frecuentes.
Ventajas y desventajas de la Dieta de la Sonda
Cabe recordar que en los primeros días de la Dieta de la sonda, como lo que ocurre con todos los planes para adelgazar de corta duración, el organismo pierde grasa pero también agua y proteínas vitales.
Como consecuencia de lo dicho anteriormente una vez finalizada la dieta de la sonda el peso puede recuperarse con rapidez a menos que se realice un buen plan de reeducación alimentaria.
La consecuencia es que puede haber un aumento de peso mayor que al comenzar la dieta y por lo general la recuperación del peso suele ser tan rápida como la pérdida.
Pero veamos las ventajas y desventajas de la Dieta de la sonda:
Ventajas de la Dieta de la sonda
- La pérdida de peso se produce en poco tiempo.
Desventajas de la dieta de la sonda
- Se suprimen nutrientes necesarios como las vitaminas o los minerales.
- Es una dieta de las llamadas disociadas pero tan agresiva que fuerza al cuerpo a la cetosis, lo que significa que el cuerpo quema los depósitos de grasa.
- Tiene riesgos derivados de llevar un tubo nasogástrico y puede generar un traumatismo post-implantación y estrechamiento del esófago por la cicatrización.
Conclusiones sobre la Dieta de la sonda
La mejor dieta recomendada por los especialistas en nutrición y dietética, es un plan personalizado, eficaz y sin riesgo, pues solo así podrá garantizar a medio y largo plazo la recuperación del peso adecuado.
Lo ideal es seguir una dieta variada y equilibrada adaptada a las características individuales de cada persona dentro de un estilo de vida saludable en el que una actividad física correcta es esencial.
Según Albert Goday, vicepresidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad y jefe de la Sección de Endocrinología del Hospital del Mar de Barcelona, la publicidad que se realiza sobre la Dieta de la Sonda no se condice con estudios previos que acrediten su efectividad y seguridad.
Asimismo, los especialistas en nutrición alertan sobre esta dieta de la sonda como una dieta milagro pues promete la pérdida fácil de peso sin esfuerzo y que quienes la realicen pueden perder muchos kilos en poco tiempo.
Pero si a lo anterior sumamos que el empleo de la sonda nasogástrica solo debería limitarse a personas que no pueden nutrirse de otra manera o a las que han sufrido una intervención quirúrgica y precisan de este sistema como parte de su recuperación, no sería bueno recomendarla a personas que no sufren estos problemas.
Perder peso de manera saludable requiere de esfuerzo, constancia y cambios sustanciales en los hábitos alimenticios a mediano y largo plazo, aumentando además la actividad física reduciendo alimentos que aportan muchas calorías.
Un plan de alimentación equilibrado, poner en práctica algunos trucos para aprender a comprar y cocinar los alimentos, reeducar al paciente que sufre de obesidad y enseñarle a comer bien, además de caminar al menos una hora al día, resultan alternativas más razonables que someterse a una dieta que hasta ahora no tiene rigor científico.
Fuentes y Referencias:
- Universidad del Valle
- Universidad de Santiago de Compostela
- Dipòsit Digital de la Universidad de Barcelona