¿Es la dieta mediterránea realmente saludable?

Famosa, gracias a que plantea un plan de comidas variado donde las verduras, frutas, carnes y pescados, como también el aceite de oliva, ocupan un lugar de privilegio, la dieta mediterránea también ha sido cuestionada por investigadores y especialistas en nutrición que plantean dudas sobre seguir esta dieta como patrón de nutrición saludable.

Entonces, la pregunta ¿Es la dieta mediterránea realmente saludable? No puede ser respondida fácilmente y es necesario hacer un análisis más detallado de lo que afirman sus seguidores y sus detractores.

Qué es la dieta mediterránea

Como concepto de hábitos alimenticios la dieta mediterránea es una herencia cultural que va más allá de una simple pauta nutricional. Se trata de un estilo de vida basado en determinados alimentos, recetas, formas de cocinar y costumbres que nos llegan desde la antigua Grecia.

Reconocida por la Unesco, la dieta mediterránea forma parte de la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, por ser una alimentación saludable y compatible con el placer de degustar deliciosos platos.

Entre sus propiedades beneficiosas para la salud, la dieta mediterránea se caracteriza por utilizar aceite de oliva en sus preparaciones, como también pescado y frutos secos, además de incluir alimentos tales como verduras de temporada para las guarniciones y hierbas aromáticas que dan un especial sabor y aroma a sus platos.

Consumir pescado, verduras en abundancia y vino con moderación, forman parte de las recomendaciones de la dieta mediterránea, que además incluye consejos como por ejemplo limitar el consumo de productos procesados, huevos y carne roja, pero también tener como bebida por excelente el agua y realizar actividad física como premisa para mantenerse en forma.

Se trata de una dieta que hace referencia a la alimentación tradicional de los países de la cuenca mediterránea, existiendo diferencias importantes en los hábitos alimentarios de las distintas zonas según su situación geográfica, clima, producción y tradiciones, siendo por lo tanto su nombre genérico un amplio abanico de opciones que genera la discusión sobre si se trata de una dieta realmente sana.

Asimismo, la dieta mediterránea para adelgazar, la hacen millones de personas en el mundo ya que promete no solo una alimentación equilibrada sino también una excelente opción para perder peso de manera saludable, algo que también está en discusión.

Cabe entonces preguntarnos si realmente la dieta mediterránea es saludable por un lado y si realmente es efectiva para perder peso, y de ello vamos a hablar a continuación.

¿Es la dieta mediterránea realmente saludable?

Aunque suele afirmarse que la dieta mediterránea es la más saludable que existe hoy, también es necesario tener en cuenta que en los países de Europa donde este tipo de alimentación es la principal, las cifran indican que también es alto el nivel de obesidad, lo que nos hace reflexionar sobre si es realmente la mejor elección en materia nutricional.

Si hablamos de la dieta mediterránea tradicional, aquella que hacían las civilizaciones más antiguas del Mediterráneo poder afirmar que era realmente un plan alimentario saludable, con un consumo de verduras, hortalizas, grandes cantidades de frutas, carnes y pescados cocidos a las brasas, con la salvedad que las carnes rojas eran muy escasas en esa dieta.

Sin embargo, la dieta mediterránea que se hace en la actualidad ha ido perdiendo su esencia sobre todo en los países que culturalmente tenían ese tipo de culinaria saludable. Una de las causas ha sido la globalización que instaló otras costumbres menos saludables.

Asimismo, en las últimas décadas los países mediterráneos experimentaron importantes cambios socioculturales que incidieron en las pautas de alimentación y comprometieron en gran medida la herencia cultural y lo que representaba en otra época la dieta mediterránea como plan saludable de comidas.

A todo lo anterior es necesario sumar el incremento de la obesidad que en los últimos años se ha dado en la población infantil con tendencias alimentarias que provocan impactos negativos tanto a medio como a largo plazo en la salud de la población mundial.

Al disminuir el consumo de frutas, verduras, hortalizas, cereales y legumbres, y apostar por el aumento de calorías por la elección de grasas y azúcares añadidos a los alimentos y el uso excesivo de sal, conlleva un abandono de los hábitos alimentarios tradicionales.

Hoy, apostar por una dieta mediterránea tradicional debería ser sinónimo de:

  • Disfrutar de las cualidades nutricionales de este plan alimentario.
  • Seguir lo más estrictamente posible la lista de alimentos que sugiere esta dieta.
  • Apostar por llegar a un menor índice de obesidad sobre todo en los niños.
  • Fomentar un estilo de vida activo.

Existen muchos estudios realizados con base científica que demuestran que la dieta mediterránea tradicional es efectiva para prevenir distintas enfermedades y promocional un estilo de vida más saludable. Entre los parámetros que merecen destacarse están el que señala que la dieta mediterránea reduce hasta en un 60% los problemas circulatorios y en un 30% los infartos.

En definitiva, no se trata de que la dieta mediterránea sea mala sino que se ha dejado de hacer como era tradicionalmente y uno de los motivos es el abandono paulatino de hábitos alimentarios saludables por la falta de tiempo para preparar platos basados en los ingredientes que esta dieta determina.