Las dietas bajas en carbohidratos se han vuelto famosas en los últimos tiempos ya que aumentan la sensibilidad a la insulina, mejoran el perfil lipídico y ayudan a prevenir enfermedades que hoy afectan a millones de personas como es el alzheimer.
También, las dietas como la cetogénica se han vuelto las predilectas de deportistas pues ayudan a mejorar el metabolismo oxidativo, algo que aún tiene mucho detractores que afirman que estos planes que prometen pérdida de grasa y ganancia de músculo pueden acelerar enfermedades como el cáncer.
Dietas bajas en carbohidratos
Lo más controvertido en las dietas bajas en carbohidratos es que para algunos especialistas son el mejor camino para perder grasa y ganar masa muscular, mientras que para otros es exactamente todo lo contrario.
Cuando se pasa de una dieta alta o moderada en carbohidratos, a una dieta cetogénica, se produce una importante perdida de glucógeno que arrastra una cantidad importante de agua.
Cuando se sigue una dieta cetogénica, se produce un fenómeno que hace que las células utilicen menos glucosa y más ácidos grasos como fuente de energía. Así, el hígado reacciona sintetizando los denominados “cuerpos cetónicos” y entra en el llamado estado de cetosis.
Por lo tanto cuando se reduce la ingesta de carbohidratos, disminuyen los niveles de glucosa en sangre y por lo tanto los niveles de insulina, de ahí que una dieta cetogénica funciona bien en personas con obesidad o diabetes.
Cuando personas con un elevado porcentaje de grasa siguen una dieta muy baja en calorías o carbohidratos esto no supone ningún peligro para la masa muscular, pero si el porcentaje de grasa es bajo se produce una degradación proteica mayor y puede verse afectada la masa muscular.
Dieta Cetogénica para perder peso y ganar masa muscular
La idea de seguir una dieta cetogénica es consumir proteínas, grasas y fibras pero dejando de lado los carbohidratos, ya que en una pérdida de peso con una dieta tradicional “comer menos calorías de las que se gastan”, se pierde tanto grasas como músculos.
En el ejemplo anterior se consigue bajar de peso, tener un cuerpo más delgado pero también más flácido. Por el contrario si se sigue una dieta cetogénica se puede perder peso pero protegiendo la masa muscular.
La dieta cetogénica permite consumir proteínas, grasas y fibras cuantas veces se quiera y en la cantidad que se desee, por lo tanto se pueden diseñar menús con diferentes opciones bien sabrosas.
Peces, pollo, quesos blancos, huevos, nata, jamón, legumbres, aceite, castañas, y todos los tipos de carnes incluyendo sus grasas, están permitidas en la dieta cetogénica, un plan para adelgazar que lleva al cuerpo a un estado de cetosis.
En estado de cetosis el cuerpo no teniendo más carbohidratos para generar energía comienza a quemar grasa y cetonas, esto fue aplicado por nutricionistas deportivos con ciertas modificaciones para adaptar la dieta cetogénica al culturismo y lograr un mayor volumen de masa muscular.
Conclusión
La cetosis genera ganancia de músculo y pérdida de grasa, por ello las dietas bajas en carbohidratos son eficaces en programas para adelgazar sobre todo porque brindan ventajas en personas sedentarias pero también en deportistas.
Seguir una dieta cetogénica paso a paso es recomendable para conseguir objetivos concretos y en determinado tipo de personas, bajo ciertas circunstancias. Por lo tanto, es posible construir músculo siguiendo una dieta cetogénica pero siempre y cuando el consumo de proteínas sea suficiente, porque solo así habrá producción de glucógeno muscular.
Ahora bien, si el objetivo es la hipertrofia muscular los especialistas en nutrición deportiva concuerdan en que las dietas bajas en carbohidratos no son la mejor opción, además de que no deben realizarse por más de un mes porque pueden afectar la salud con la aparición de problemas, renales, hepáticos o también hipercolesterolemia o trigliceridemia.